No podemos sentirnos orgullosos de Colombia mientras exista la injusticia de la pobreza extrema.

El hombre sólo es digno de llamarse ser humano, sólo cuando es capaz de desprenderse un poco de su egoísmo natural, para darse la oportunidad de ver en el Otro un mundo distinto, explosivo, conflictivo, y en ocasiones Un Mundo con una gran necesidad de ser escuchado y ayudado. Ese otro que, sólo pide una mano tendida, un abrigo para el frío que le carcome el alma, un alimento para el espíritu y una vivienda construida de sueños e ilusiones que parta de la realidad, dejando que dichos sueños vuelen, pero que su pies sigan seguros en la tierra.
No quiero, que tomen esto lectores y lectoras como una frase de cajón salida del baúl de los recuerdos, o como una expresión literaria desprendida de la autorrealización o crecimiento personal, que llaman, sólo quiero que sepan, que YO, creo, en la posibilidad de un futuro mejor. Creo que es posible cambiar el mundo. Que es posible pensar en un mañana en el que se cierra cada día más el abismo causado por la desigualdad y la pobreza, dándole paso a la diversidad y dejando a un lado la discriminación. Creo, en un mundo más humano, en un mundo, en donde haya como dirían nuestros abuelos, más Don De Gente, que nos permita comprender que lo que se hace por los más necesitados no es pedir limosna, sino todo lo contrario, lo que se busca es desencadenar una denuncia social, que demuestre que es un deber y un derecho, buscar un barrio, ciudad, país y mundo más equitativo y menos centralizado. Pues como dice la canción: “este país es mío, este país es tuyo y mío. El continente es mío, el continente es tuyo y mío. Este planeta no es de ellos. Este planeta es TUYO Y NUESTRO”.

Para que puedan entender un poco más la magnitud de lo que trato de comunicarles quiero que lean cuidadosamente las siguientes líneas para que se enteren de la cruda realidad de los contextos cercanos a nuestros niños y niñas, y, para que sean partícipes de este momento de cambio. Lo que van a van a ver a continuación es una invitación a que piensen y se den cuenta que los y las pedagogas tenemos afuera del aula de clase infinitas posibilidades de transformar el futuro poco promisorio de los y las pequeñas que son la razón de ser de nuestro actuar. Que existen otras formas de transfigurar los fantasmas de la pobreza y el olvido que acechan el porvenir de los y las infantes que más que escolares son hijos, vecinos, ciudadanos, personas, SUJETOS.

No seré yo, como rebelde estudiante del pasado
Quien critique su impaciencia
Pero tengo la obligación de llamarlos a serena reflexión.

Tienen ustedes la hermosa edad en que le vigor físico
Y mental hacen posible prácticamente cualquier empresa.

Conviertan el anhelo en más trabajo
Conviertan la esperanza en más esfuerzo
Conviertan el impulso en realidad concreta

Miles y miles de de jóvenes reclamaron un lugar en la lucha social.
Ya lo tienen.

Ha llegado el momento de que todos los jóvenes se incorporen,
A los que aún están marginados de este proceso les digo:
Vengan, hay un lugar para cada uno en la construcción de la nueva sociedad.

El escapismo, la decadencia, la futilidad, la droga, son el último recurso de muchachos que viven en países notoriamente opulentos, pero sin ninguna fortaleza moral.

No es ese nuestro caso:
Sigan los mejores ejemplos, los de aquellos que lo dejan todo por construir un futuro mejor.


Salvador Allende

¿Has escuchado de la organización Un Techo para mi País COLOMBIA?

Un Techo para mi País (UTPMP) es una organización latinoamericana que nació en Chile en 1997, luego de que un grupo de jóvenes universitarios apoyados por Felipe Berríos S.J., sintiera la necesidad de denunciar la situación de extrema pobreza en que viven millones de personas, a partir de la construcción de viviendas de emergencia y la ejecución de planes de habilitación social. Surge así la necesidad de dar a conocer la falta de oportunidades y las condiciones en que viven más de 200 millones de latinoamericanos.
Desde el año 2001 UTPMP comenzó a expandirse por Latinoamérica y hoy ya está presente en 12 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Uruguay se unen a través del trabajo de miles de voluntarios y comunidades que luchan por un continente más justo.

MISIÓN

Buscamos mejorar la calidad de vida de las familias que actualmente viven en situación de pobreza, a través de la construcción de viviendas de emergencia y planes de habilitación social implementados en un trabajo conjunto entre voluntarios y pobladores. Queremos denunciar la realidad de los asentamientos en que viven millones de personas en Latinoamérica e involucrar a la sociedad en su conjunto, logrando que se comprometan y unan con la tarea de construir un continente más solidario y sin la injusticia de la pobreza

VISIÓN

Una Latinoamérica sin extrema pobreza, donde ninguna familia tenga la necesidad de una vivienda mínima y todos tengan las posibilidades de mejorar su calidad de vida.
MODELO DE INTERVENCIÓN

Nuestro modelo de Intervención cuenta con tres etapas:

Nuestra vivienda

"La mediagua es un paso, nunca un fin. Es una herramienta pedagógica que permite que por primera vez una persona tenga algo propio y lo valore; que conozca lo que es la propiedad privada, el ahorro y su resultado, el valor de un techo digno".(P. Felipe Berrios, S.J., Todo Comenzó en Curanilahue)
Nuestro proyecto comienza generando solución a la urgencia de las familias que viven en barrios en extrema pobreza, en condiciones de desplazamiento e invasión, por medio de un lugar más digno donde pasar sus días y sus noches. Así, la construcción de viviendas de emergencia busca generar confianza con la comunidad para establecer vínculos y poder realizar un trabajo posterior.

La vivienda de emergencia, es una solución transitoria considerada como una esperanza que posibilita a las familias dar inicio a un proceso donde verdaderamente mejore su calidad de vida. Mas que construir una casa, la intención es mostrar a los voluntarios como es la Latinoamérica que nos han mostrado, la que conocemos y la que nosotros con UTPMP invitamos a conocer, en este sentido la invitación es a construir el futuro de una familia, un proyecto que empieza como todo proceso, en lo más básico y necesario, desde la vivienda. La vivienda es mucho más que un habitáculo de 6.10 x 3 metros, en realidad es la entrada para conectarnos con las familias y el barrio, es la posibilidad de darles un futuro, de demostrarles que con esfuerzos se puede ayudarlos a salir de esta situación tan poco digna. Pero nunca regalándoles nada, sino trabajando JUNTO A ELLOS.

"La manera que tenemos los voluntarios de UTPMP de denunciar la injusticia presente en toda Latinoamérica es construyendo estas viviendas de emergencia a manera de trabajo social".
Construcción de Viviendas de Emergencia.

El proyecto de Un Techo Para Mi País inicia con el acercamiento en las comunidades a intervenir, donde todos los esfuerzos se enfocan en lograr la solución para una problemática que atenta contra los derechos fundamentales de todo ciudadano. En este sentido, es un derecho para todo ser humano tener una vivienda digna, y nosotros llegamos a las familias que necesitan satisfacer esa necesidad con extrema urgencia. La construcción de la vivienda de emergencia se considera también como el momento de lograr la absoluta confianza entre las familias, los voluntarios de UTPMP y los líderes comunitarios, con esto fortalecemos los lazos que nos permitirán desarrollar el trabajo comunitario posterior con toda la comunidad.

La vivienda de emergencia, es un modulo prefabricado en madera, se construye en dos días con el objetivo de que la cuadrilla de voluntarios interactúe con la familia beneficiada.

HABILITACIÓN SOCIAL

El desarrollo de planes de trabajo y estrategias surgidas por iniciativa de la comunidad en la figura de la Mesa de Trabajo, busca encontrar la solución para disminuir el estado de vulnerabilidad que mantiene a las familias de los barrios en extrema pobreza. El acompañamiento de un equipo permanente de voluntarios, fortalece los planes propuestos y empodera a la comunidad de manera que en su realidad logren un progreso necesario y a veces injustamente esquivo. Los planes desarrollados en Habilitación Social son: educación, salud, fomento productivo (microcréditos, y capacitación en oficios), jurídico.
Comunidad sustentable.

La idea es continuar el trabajo en conjunto entre las familias y UTPMP con el fin de lograr que las comunidades sean sustentables según la necesidad de la misma comunidad.
El objetivo final de nuestra organización es que todos aquellos que viven en situación de extrema pobreza, puedan acceder a nuevas oportunidades que les permitan optar a una mejor calidad de vida.

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